El solitario George, llamado así porque ya no quedaba
ningún ejemplar de su subespecie, murió en la madrugada de este domingo, según
informó el director del Parque Nacional Galápagos de Ecuador, Edwin Naula, quien también informó que su cuidador, Fausto Llerena, lo encontró aún tibio,
pero ya sin vida.
En múltiples ocasiones se intentó que el solitario
George se apareara con tortugas de las islas Isabela, las que incluso pusieron
huevos. Sin embargo, estos no fueron viables y no hubo descendientes
de este animal, cuya edad estaba estimada sobre los 100 años.
Naula estima que el fallecimiento se debió a un paro
del corazón, propio de que la tortuga ya habría cumplido su ciclo de vida. No
obstante, se esperará hasta el resultado de la necropsia para determinar
oficialmente qué generó el deceso.
Naula reporta que, hasta el sábado de noche, George
estaba en buen estado.
George no logró encontrar en 35 años una hembra con la
cual aparearse, y sus últimas esperanzas estaban puestas en algún milagro de la
ciencia, el cual no se produjo. Incluso un equipo multinacional encabezado por
investigadores de la Universidad de Yale identificó a una tortuga que tenía la
mitad de sus genes en común con George, según reporte de la revista Current
Biology.
Los investigadores esperaban que con nuevas pruebas
genéticas pudieran encontrar una tortuga de Pinta genéticamente pura entre las
2 000 que viven en Isabela, y comenzar así un programa de reproducción con el
Solitario George.
No hubo éxito en estos esfuerzos por perpetuar la
descendencia de esta tortuga, que formó parte del libro de Guiness como el
animal más singular del planeta. No quiso aparearse con hembras de otras
subespecies y, cuando por fin lo logró, los huevos no fueron fértiles.
George medía un metro de largo y pesaba 88 kilos. Era el último espécimen puro de la
especie Geochelone abingdoni. Cuatro de las 14 especies de tortugas gigantes de
las Islas Galápagos -que ayudaron a Charles Darwin a desarrollar su teoría de
la selección natural- se han extinguido en las últimas décadas por culpa de la
caza y la competencia por los alimentos que sufrieron por cientos de cabras
introducidas allí en la década de los 50.
El solitario George fue encontrado en la isla Pinta en
1972, cuando se creía que la especie de tortugas de esta isla estaba totalmente
extinta. Desde entonces la tortuga ha sido parte del programa de crianza en
cautiverio de la Dirección del Parque Nacional Galápagos.
Naula mencionó que para julio de este año, ha
planificado un taller internacional para elaborar la estrategia de manejo de
las poblaciones de tortugas en los próximos diez años con el propósito de
lograr su restauración. "El taller se llevará a cabo en honor del
solitario George".
TOMADO DEL DIARIO EL COMERCIO
(ECUADOR)
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